rampa acuática a una velocidad de 30 Kilómetros por hora. Como se puede ver en la foto de apertura, algunas de las curvas son terroríficas.
El tobogán está hecho de cristal, precisamente para aumentar la sensación de vértigo. Deslizarse por la ladera de una montaña a 200 metros de altura, tiene que ser una experiencia inolvidable.
El recorrido termina con un espectacular loop de 360 grados que desemboca directamente en el río.
Pero la aventura no termina aquí. Tras bajar por el tobogán hay que hacer rafting en el propio río, en un recorrido que en total dura aproximadamente una hora.
“Después de regresar a mi localidad de nacimiento, estuve dándole vueltas a cómo mejorar el lugar“, explica Lin Wenbi, Gerente General de Puhua Travel Development Co. Ltd. en la web de Guinness World Records. “Al principio solo queríamos ser los mejores en China, pero luego nos dimos cuenta de que éste podría ser un título de Guinness World Records para atraer al mundo“.
Y desde luego, pueden decirlo con orgullo: ¡Récord conseguido!